Rebelión en La Paz

Desde marzo del año 2000, en el pozo de La Curtiembre estaba saliendo agua termal a razón de 70 mil litros por hora. Corría por una zanja y desde arriba de la barranca caía como una catarata hasta la costa, donde la gente se divertía jugando con el agua calentita.

Todo lo referente al agua termal era de gran impacto social. Fue el tema principal de comentarios en todas las radios locales. Cuando llegaron las máquinas perforadoras a La Paz, todo el pueblo las seguía, como si fuera un desfile del Día de la Independencia. Durante la Inauguración del pozo, los Aimonistas y los Gollystas se disputaban la tribuna y en los discursos y declaraciones periodísticas, trataban de demostrar que ese pozo fue un gran logro de la Municipalidad peronista y a los radicales de la Casa de Gobierno de Paraná no les gustaba nada. La consecuencia fue que el Gobernador Montiel trabó las termas de La Paz casi tres años.

Las peleas entre peronistas y radicales no eran nada trivial ni divertido. Eran tremendos palos en la rueda para toda la población civil. Cada vez que el recién electo intendente peronista Eduardo Golly pedía una reunión con el nuevo gobernador radical Sergio Alberto Montiel, lo citaban a la una de la tarde y lo hacían esperar hasta la noche para avisarle que “por razones de agenda” ese día no lo iba a recibir. Era una vieja práctica de los políticos y cuando tenían el poder, los peronistas también le hacían lo mismo a los radicales.

La crisis económica nacional del 2001 no pudo con el ingenio popular. Al lado del pozo donde brotaba el agua termal, hicieron un piletón de más de un metro de profundidad con borde de palos de eucaliptus a pique. En el fondo pusieron un plástico y lo cubrieron de piedras pequeñas. El agua rebalsaba y se iba por la canaleta hasta la catarata de la barranca antes de llegar al río. A nadie le alcanzaba la plata y flotar gratis en el piletón de agua super salada como si fuera el Mar Muerto, se convirtió en una masiva diversión popular de La Paz. Se juntaban verdaderas multitudes todos los días.

Yoyi había pasado de vender 50 autos por mes a no vender ninguno. Tuvo que terminar con la Concesión de Renault y despedir a la mayoría de sus 18 empleados. Pero a Claudia le iba mejor. En una casa rodante de tiro, puso en el pozo termal un kiosco móvil tipo “fast food” norteamericano donde vendía refrescos, sándwiches, panchos y café.

No eran buenos tiempos para los optimistas. Para mayor desgracia, el 5 de febrero de 2002 de modo inesperado falleció Eduardo Golly y el viceintendente José Nogueira debió hacerse cargo de la intendencia de La Paz. La famosa crisis seguía pegando fuerte en la economía y la plaza principal de La Paz estaba llena de carpas, con ollas populares y reclamos del sindicato de trabajadores y empleados municipales dirigidos por el sindicalista Segovia.

Pero a nadie le fue tan mal como a los integrantes de aquel Instituto de Aguas Termales que con tanto esfuerzo juntó la plata para hacer la perforación en La Curtiembre. En total 24 paceños fueron acusados, entre otros por la abogada Elsa María Pearts de Funes ante la FIA (Fiscalía de Investigaciones Administrativas) a cargo del fiscal Oscar Rovira. Se los acusaba de corrupción e intento de enriquecimiento ilícito por usufructo de las aguas termales y beneficiarse gracias al dinero otorgado por la Gobernación, como por el crédito tomado por la Municipalidad para realizar la perforación.

Por ser imputados les tomaron las huellas digitales en los tribunales locales. El Gallego Galán, Gabino Pérez y todos los demás tuvieron que vender o regalar las acciones que en su momento habían comprado con la intención de dar el ejemplo y mostrar una actitud de compromiso antes de empezar a pedirle plata a los demás. El reglamento original del Instituto de Aguas Termales no contemplaba ningún beneficio ni retribución para los contribuyentes.

Mientras demostraban su inocencia, pasaba el tiempo y en el resto de la provincia se inauguraban aguas termales por todos lados. Los perforadores brasileros, que ya tenían todos los equipos en territorio nacional sin necesidad de hacer interminables trámites de aduana, hicieron perforaciones en otras ciudades entrerrianas, donde comenzaban a explotar las termas antes que La Paz.

Se formó "Termas de La Paz Sociedad Anónima", con todos los que compraron acciones para la perforación, más la Municipalidad de La Paz como accionista mayoritario. El Directorio estaba compuesto por tres Directores Municipales y dos Privados. Habían hecho un pliego del llamado a licitación para la construcción y explotación de las termas, pero desde la gobernación y otros ámbitos oficiales, los radicales lo estaban impidiendo por todos los medios. La honrosa excepción fue Cachi Verón, radical, que consiguió de la Gobernación el asfalto de la calle que va desde el boulevard Irigoyen hasta el pozo de las termas.

El tema de las termas se había instalado en todas las radios FM de La Paz. La dueña de la única radio AM, Petra Roger de Marzolini, estaba en contra de las termas por supuestas razones ambientalistas. También se oponía fervorosamente a la realización del proyecto de la represa hidroeléctrica del Paraná Medio. El humor social estaba enrarecido por la situación económica, en una provincia donde circulaba una pseudomoneda llamada “Federal” porque el gobierno no tenía dinero ni para pagar los sueldos.

El pueblo de La Paz se cansó de tanta crisis, peleas políticas y manoseo judicial. El día 1 de Mayo del 2002, a las siete de la tarde se juntó en el puerto una multitud de cinco mil personas. Para medir la magnitud del evento, una manifestación de 5000 personas en La Paz, equivale proporcionalmente a una de 4 millones en el Gran Buenos Aires, algo que hasta ahora nunca ocurrió.

La gente se desplazó hasta la plaza principal. Con la presencia del Intendente Jose Nogueira y el diputado Kete Castrillón, la comisión multisectorial subió al palco.
Yoyi tomó el micrófono y dijo cosas como éstas:

-"Lo único que queremos es cambiar el destino de este pueblo, para tener uno mejor…"
-"Lamentablemente un grupo minoritario comenzó a poner trabas con mentiras y amenazas..."
-"El hecho que ustedes estén aquí es una satisfacción para quienes queremos cambiar este destino…"
-"A quienes dirigen nuestros destinos les decimos que tienen todo el apoyo del Pueblo, porque los que queremos esta ciudad le estamos poniendo el hombro y esperamos que el intendente y los concejales pongan todo lo que hay que poner en estos casos…""

¿Qué es esto? ¿Yoyi conducción? ¿Qué mueve a una persona que jamás ocupó un puesto público -ni pretendía ocuparlo- hablarle a una multitud sobre “cambiar el destino del pueblo de La Paz” y pedirles a los dirigentes que “pusieran lo que hay que poner” como si fuera un típico caudillo político? A nivel nacional, la gente le pedía a sus gobernantes "que se vayan todos". Evidentemente, se estaban viviendo momentos muy raros, de una crisis muy profunda.

El Intendente se sintió respaldado para llevar adelante el proyecto. El Ministro de Economía de la Provincia, que era el paceño Omar Berón, dijo que había lamentado no estar presente en la movilización porque tenía reunión de gabinete, pero que “desde el gobierno provincial estamos dispuestos a apuntalar este proyecto”.

Al día siguiente ésto publicaba el diario UNO de Paraná:

La parte más increíble de esta nota, es la declaración de la abogada que había denunciado a los integrantes del Instituto de Aguas Termales:

-“Estoy analizando la posibilidad de abandonar la ciudad”
-“Quédense tranquilos que no pienso mover más un dedo”
-“Intenté defender los intereses de esta ciudad y lo único que logré fue repudio”

Colorín Colorado, todo estaba solucionado. Después de casi tres años de parálisis, el proyecto Termas iba a empezar a moverse de una buena vez.

Próximo capítulo --->

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